1
Si pasando los cuarenta
ya te asalta la andropausia,
y la edad ya te desahucia
la más joven cornamenta,
y el espejo es una chanza
que te pone en duro brete:
donde había un mozalbete
ahora muestra un sancho panza,
y te pesan ya los años
y el badajo no se empina
como se empinaba antaño,
¡no me seas carcamal!
Deja en paz a la vecina,
¡y sé más digno, chaval!
2
Conducir un deportivo,
ajustar los pantalones
(que se noten los cojones):
sentirás que estás más vivo.
Flirtear con veinteañeras,
sonreír impunemente
y rayando lo indecente
estudiarle bien las peras.
¿Pero hablar sobre el asunto?
Eso el mito lo prohíbe,
pues un hombre no concibe
desahogar su frustración.
¡Eso es de maricón!
No has de hablar de esto y punto.
3
¿Y por qué será que un hombre
a explayarse no se atreva,
escapando de su cueva
sin que a algunos eso asombre?
¿Es que a un hombre está vedado,
no ser ya una plañidera,
sino al menos que pudiera
descargar de lo tragado?
Reprimida la mujer
como el hombre en su doler.
Reprimidos ambos son.
El machismo tiraniza
y ambos sexos paraliza.
Es la misma la prisión.
4
Macho ibérico, no puedes
bajar nunca esa, tu guardia,
así sufras taquicardia
compostura guardar debes,
ceño prieto, mueca dura
cual estatua de soldado
que se enfrenta así a su hado
arrostrando la aventura.
A quejarte no te atrevas,
y del sitio no te muevas
aunque estén lloviendo balas.
Cuando muerto, tu epitafio
quizá diga algo muy zafio:
“DE SER NECIO HICISTE GALAS”
5
¿Y ahora? ¿Quién te llora?
¿Quién tu ausencia se lamenta
si jamás te diste cuenta,
hasta que llegó tu hora,
que cerrado el corazón
al humano sentimiento
provocó envilecimiento
y del resto la escisión?
Si a vivir volver pudieras,
¿vivirías diferente,
más cercano a esa, tu gente?
Meditarlo ahora debieras,
pues tu Yo aún no se ha disperso:
fue tan sólo broma en verso.
6
Ya que aún no estás deceso
que estás vivo que se vea,
grita y llora y patalea,
que es señal de tener seso
desahogar el sentimiento
que, enquistado, te envenena
y la vida te la drena
del tejado hasta el cimiento.
No lo tomes por rutina,
pero un día a la semana
no será cháchara vana.
No hay verdad que te defina,
que al vivir la vida a diario
no es el tiempo tu adversario.
7
No ha de ser ningún dolor:
te haces viejo, es ley de vida.
Si lo niegas es herida
que avergüenza al portador.
Si fluyendo con natura
bien lo aceptas, al contrario,
tornarás mucho más sabio.
Esto es cosa segura.
Todo tiene su momento,
todo tiene su lugar,
todo fluye sin cesar.
En eterno movimiento
todo viene y todo va.
Estar vivo bastará.
Ay qué mala es la edad jajajajaja!!
Increible sucesión de sonetos fantásticos!!
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Muchas gracias, Ana, y sí, qué mala es, por llamarla de alguna manera… Jajajajajaja!!! Me alegro muchísimo de que te haya gustado. Saludos.
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Estoy en edad de sonetos como estos, tan deliciosos y tan certeros.
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¡Siete sabios sonetos!
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Aquí estamos a la par con los sonetos, viviendo feliz lo que nos toca y disfrutando cada instante que luego no hay tiempo de arrepentimientos Alfredo.
Amenamente das en la verdad y sabiamente los terminas. Un placer leer.
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